La Botica
Matapozuelos es una población situada unos 30 kilómetros de Valladolid. El restaurante, que abrió hace 12 años, está ubicado en lo que fue una casa de labranza del siglo XIX. El nombre, La Botica, es debido a que ese fue su destino en un pasado y cuando lo han restaurado han conservado parte del mobiliario original. Llevábamos tiempo oyendo que hacía buena cocina, aunque por la distancia lo habíamos ido postergando. Este año dicho restaurante fue galardonado con una estrella Michelín, espaldarazo definitivo para ir a probar su cocina.
La Criolla
Si hay un local emblemático en la restauración vallisoletana sin duda es la criolla. Corrían los años 80, cuando a "Paco el de la Criolla", como se le conoce en estas tierras, le dio por hacer una apuesta original. Era una especie de megaplato combinado para grupos, lo que conocemos normalmente como tablas. No solo fue de los pioneros en utilizar esta técnica, sino que tras casi 30 años sigue teniendo este formato en su oferta porque la gente lo sigue demandando.
Jiapan
A todos nos suena el dicho “No hay dos sin tres” o “A la tercera va la vencida”. Pues en este caso podemos aplicarlo al intento por parte de la gastronomía del país del Sol Naciente de afincarse en nuestra ciudad. Tras un primer intento con el Nippón, y un segundo sucedáneo con el Wabi Sabi… por fin el sabor de Japón ha llegado, para quedarse, en Valladolid.
El Consejero del Rey
Hace ya unos cuantos años, en el patio de las tabas, en el edificio de las francesas de Valladolid, abrió sus puertas El Consejero del Rey. Enseguida se hizo un nombre y en el 2014, nos entristeció a todos por su repentino cierre ante un desacuerdo con el dueño del local. Sin embargo, cual ave fenix resurgió de sus cenizas y reabrió en la calle Francisco Zarandona, en la anterior ubicación de otro restaurante emblemático de Valladolid del que nos ocuparemos en otra ocasión, La Garrocha.