Lunes, 21 Mayo 2012 14:00

Los Zagales de la Abadía

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La entrada

Clasica Valladolid Una-y-no-mas

 

En esta ocasión visitamos sin duda uno de los restaurantes más conocidos de la hostelería vallisoletana. Sobre todo en la actualidad por sus excelentes resultados en los concursos de pinchos año tras año.

Hace muchos, muchos años, a mediados de los años 90, había en Valladolid dos o tres restaurantes de postín, con un gran renombre y un gran precio, y después había unos cuantos que, con un excelente trabajo y carta,  eran más del día a día. Y entre ellos destacaba por su enorme relación calidad-precio el objeto de nuestra crítica de hoy. En aquellos entonces te ponían un perolo de judías blancas con almejas, o una brocheta de ciervo, que era una carne que no se veía mucho.Y aunque hace mas de 10 años que no acudo a su comedor, soy visitante asiduo de su barra en el piso inferior en el que se degustan excelentes pinchos y cada año durante el concurso de pinchos de la ciudad y el concurso nacional, en los que participa asiduamente año tras año. Y siempre he salido satisfecho.

ensaladaCon motivo de incluir su crítica en esta página, ya que para mi es una referencia obligada de la hostelería vallisoletana acudimos a comer mi mujer y yo, ya que como he dicho anteriormente hacía tiempo que no subíamos al comedor.

Por consejo de la camarera que nos atendió pedimos de menú. Yo pedí de primero arroz con bogavante, y de segundo dorada, mi mujer pidió de primero ensalada de berros, boletus y cigalas y de segundo confit de pato. De postre natillas.

El arroz era el peor arroz que he comido en toda mi vida, pasado, abierto, con tal cantidad de caldo que parecía una sopa. Y el caldo era industrial y cargado de sal. La ensalada era una tomadura de pelo. Un montón de setas de tarro de estantería de centro comercial con berros por debajo y dos trozos de cigala que parecían camarones mas que cigalas, mal sabor, mala textura, mala presentación. El pescado estaba sobrecocinado y reseco, al igual que el confit.

arroz bogavanteEn fin, nosotros que acudíamos a comer llenos de ilusión y entusiasmo, se nos bajó el ánimo a los pies. Pero no por ello desistimos. Pensamos que quizá el ser un día de diario, comer de menú, el comedor lleno... Había provocado un fallo que seguramente sería anecdótico. Y por ello decidimos darle una nueva oportunidad cenando de carta, y un Viernes.

Pedimos chipirones a la plancha y revuelto zagales de primero y la brocheta de buey con langostinos de segundo.

Por desgracia da igual comer de menú que de carta. Ya que los platos son los mismos. Los chipirones correosos, y CRUDOS, volvieron a la cocina. El revuelto excesivamente cuajado. La brocheta es impresionante. Es como un espetón de un metro con trozos de carne insertado. Sin embargo, toda la impresión es visual, el buey está cubierto de una salsa insípida para intentar dar sabor y jugosidad a una carne seca y sosa. Por no hablar de la media docena de langostinos que clavan al final del pincho, que no solo no pegan en absoluto con la carne, sino que gotean sobre las patatas impregnándolas de sabor a marisco. Con lo cual terminas comiendo un trozo de carne con patata, y te sabe a marisco. Mala calidad de ingredientes, mala ejecución de los platos. También me preocupó ver las mismas fabes con almejas, la ensalada de escabechados y la brocheta de ciervo que tenían en la carta hace 30 años.

dorada 2Y otro punto donde fallan es en la atención. El personal de sala solo habla contigo tres veces, la primera para sentarte y darte la carta, la segunda para tomarte nota, la tercera para cobrar. Esto no es ya un restaurante es un abrevadero, pasa la res, la alimentan y la ordeñan. Pasa, come, paga.

Una auténtica pena, sin duda han puesto todas sus energías en la parte de abajo, donde dan pinchos por cientos, y han descuidado totalmente el comedor. Para mí desde luego es Una y no más.

 

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Leído 8750 veces Modificado por última vez en Jueves, 04 Octubre 2012 14:28
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Desde que tengo recuerdos, siempre has estado a mi lado, e incluso antes de lo que puedo recordar. En tu nombre y siempre junto a ti he vivido; y muchas son las vivencias en las que siempre apareces. No hay día en que no piense en ti, y si un día no te he visto... no ha sido lo mismo.


Por ello, hoy, creo que estoy preparado para reconocer la importancia que tienes en mi vida, es más, reconozco que sin ti no entiendo la vida. Y por ello quiero publicar este blog para que todo el mundo lo sepa.

LoGourmet