Martes, 27 Diciembre 2011 11:00

Caro o barato

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Muchas veces, cuando hablo con la gente de que he estado en tal o cual restaurante, me preguntan: “¿Es caro o barato?”

Y creo que la pregunta que quieren hacer no es esa, sino que lo que están preguntando es si he pagado mucho o poco por comer.

Porque la realidad, es que no es lo mismo que algo cueste poco, que ser barato. Todo el mundo entiende que no es lo mismo un bolígrafo de publicidad que te regala un negocio por el que vas, que un Parker o un Mont Blank. ¿Significa eso que el bolígrafo de publicidad es barato y el otro es caro?

Pues no. Obviamente, el bolígrafo de regalo es muy barato, ya que no hay nada más barato que lo regalado. Pero eso no significa que el otro bolígrafo sea caro. Imagínate que te venden un bolígrafo Parker por 13 euros. Ha costado mucho más que el regalado, sin embargo es muy barato para un bolígrafo Parker.

Y en lo gastronómico pasa lo mismo. Hay locales en Valladolid donde por 8 o 10 euros puedes comer un primero, un segundo y un postre, con el agua y el café incluidos. Y no precisamente mal. Pero claro, lo que comes suele ser, una ensalada o una legumbre de primero, un pescado o una pechuga a la plancha (y el pescado de esos genéricos que según el que pregunte es mero, panga, fletán u otra especie que ni se pronunciar). Por supuesto si llegas el primero estará recién puesto al fuego, pero si llegas dos horas después pues ya tiene dos horas de sobrecalentamiento. Y ojo, que conste que yo he probado no hace mucho en uno de esos, un rabo de toro simplemente perfecto.

Otros locales, sin embargo, esperan a que llegues para empezar a hacer tu comida, porque el que elige la comida eres tú, no el dueño del local hace un par de días. Y según el nivel del restaurante, el personal contratado, la localización, la proximidad de unas mesas con otras (a mas proximidad mas número de mesas entre los que repartir los costes) y la calidad del producto pues así se paga. 

La calidad del producto es fundamental, porque no es lo mismo una lubina de piscifactoría de 6 euros el Kilo, donde te ponen la lubina entera a la espalda por 18 euros. (Planteaos que en hostelería casi todo es precio de coste multiplicado por tres) que una de pincho que les puede costar tranquilamente 18 euros el Kilo, y encima la clientela de esos restaurantes son puntillosos con el punto del pescado, con lo que como no se hace a la vez el lomo que la cola, pues solo se sirve el lomo. Si el coste fue 18 la tienen que vender por 54, como solo hay dos lomos… pues a 27 la ración. Que vale más la segunda que la primera, pues sí. Que es más cara, pues no necesariamente. 

Entonces, la pregunta correcta es: ¿Es asequible?. Y claro, ante esta pregunta solo podemos reconocer que generalmente cuando mas nivel tiene un restaurante menos asequible es. 

Hasta ahora hemos analizado el producto, pero otra cosa que te sirven en el restaurante, aunque no lo consumas directamente es el “saber hacer” del cocinero. Y aquí es donde se diferencian unos cocineros y otros. Unos cocineros simplemente han aprendido a realizar recetas de otros, fabada, tortilla, o incluso esferificaciones y deconstrucciones. Indudablemente esos cocineros pueden ser fantásticos, pero tienen menos mérito para mí que aquellos que son los que han marcado el ritmo de la evolución de la cocina. Y dentro de los maestros máximos están Adriá, Arzak o cualquiera de los iniciadores de la nueva cocina vasca. Es cierto que comer en esos santuarios de la gastronomía es poco asequible. No es para ir allí a comer todos los días, posiblemente, ni todos los meses. Pero creo que al menos una vez al año, hay que permitirse uno de esos templos del buen comer. 

Por eso, la próxima vez que vayais a un restaurante planteaos que habeis recibido y a partir de ahí es cuando teneis de reflexionar si es caro o barato.

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Desde que tengo recuerdos, siempre has estado a mi lado, e incluso antes de lo que puedo recordar. En tu nombre y siempre junto a ti he vivido; y muchas son las vivencias en las que siempre apareces. No hay día en que no piense en ti, y si un día no te he visto... no ha sido lo mismo.


Por ello, hoy, creo que estoy preparado para reconocer la importancia que tienes en mi vida, es más, reconozco que sin ti no entiendo la vida. Y por ello quiero publicar este blog para que todo el mundo lo sepa.

LoGourmet