Seguramente alguna vez habréis visto langostinos cocidos o a la plancha en una ensaladilla, un pastel salado, o en cocina japonesa, tanto formando parte de los niguiri sushi como en la tempura o el panko de langostinos. Y todas esas veces os preguntareis como se hace para dejarlos asi de estirados. Pues bien, el truco es bien sencillo. El langostino, y la gamba, tienen un músculo a modo de columna vertebral que les recorre todo el dorso de cabeza a cola. Para conseguir que se queden así de derechos solo hay que partir ese músculo presionando en lo que sería su espalda en dos puntos cualesquiera, uno cerca de la cabeza y otro cerca de la cola. Así cuando los cocinéis quedarán firmes como soldados.