Viernes, 07 Septiembre 2012 14:57

Bodega Los Tarantos

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Clasica Valladolid Una-y-no-mas

 

Aprovechando la visita de un amigo con coche, visitamos una bodega situada en un municipio cercano.

El acceso está un poco complicado ya que está a las afueras del pueblo, escondida en un recodo. Es un edificio grande, en el que después de atravesar un largo pasillo con mesas a los lados, bajo una gigantesca viga de madera, se accede a un comedor secundario.

detalle comedorNos acomodamos en una de las mesas y estudiamos una carta con una extensa oferta gastronómica con propuestas tan atractivas como patata rellena de rabo de toro. Pedimos ese plato, unos pimientos asados al horno de leña, croquetas que según mi señora siempre son un buen baremo, y unos chipirones plancha como primeros para compartir.

La maravillosa propuesta de la carta se truncó en cuanto llegaron los platos. La patata rellena de rabo, estaba seca y dura y no se podía partir bien y el rabo de su interior sabía a pegado, como si al recalentarlo la superficie en contacto con el fuego se hubiese agarrado y empezado a quemarse, una pena. las patatas con raboCuando en un restaurante pido pimientos rellenos me imagino tiras de pimientos morrones recién recogidos asados en su propio jugo, plenos de dulzor y con ese sabor que da la brasa de la leña, y sin embargo los pimientos que nos trajeron eran pimientos de piquillo de lata, con un refrito de ajo por encima, otra decepción. Las croquetas eran una bechamel salada rebozada y no tenía ni el menor rastro del jamón ibérico del que decían que estaban hechas, eso sí el rebozado estaba bien hecho. Por último, los chipirones, que estaban muy bien hechos a la plancha y con una salsa como de alioli muy rica, estaban bastante duros fruto del desconocimiento del producto. Ya que los cefalópodos tienen dos puntos de cocción, uno breve, de segundos, una vez transcurrido el cual se tensa el producto y hay que hacerlo bastante más hasta que se ablande. Hasta ese momento no estaba siendo una buena experiencia.

los huevos con morcillaLos segundos que pedimos fueron magret de pato al carbón con chalotas, solomillo de ternera con su guarnición para mi amigo y para mí, y las chicas pidieron una revuelto tarantos, y la otra huevos rotos con morcilla. A mi amigo le gustó el magret, aunque cuando yo lo probé me pareció un poco duro, el carbón no lo noté por ningún sitio y las chalotas eran cebolla normal caramelizada. El solomillo estaba en su punto pero no estaba a la altura de los que he probado en otros sitios. El sabor era muy intenso, pero la pieza estaba demasiado fibrosa no se si por falta de reposo o de calidad. Los huevos rotos no estaban mal aunque debido a la cantidad de morcilla se hacían pesados y las patatas, como lo acaban en el horno, se habían quedado secas. Por último, el revuelto era una tomadura de pelo. Las setas estaban prácticamente enteras, el huevo totalmente cuajado y separado de las setas y todo ello nadando en pimentón. Un revuelto es un conjunto de cosas finamente picadas que se ligan con un huevo batido dando al conjunto un resultado uniforme y cremoso. Esto no era un revuelto eran setas con huevo y pimentón.

el revueltoAl menos un excelente La Planta nos permitió disfrutar de una experiencia enológica ya que la gastronómica no apareció ese día.

De postre mi señora y yo no pedimos nada y nuestros amigos pidieron tarta de queso y natillas. La tarta de queso estaba buena, no era la industrial que se suele encontrar en todos los sitios. Las natillas sin embargo estaban bastante insípidas.

En resumen, no podemos decir que fuese una experiencia reseñable ni por la calidad de la comida, ni por la atención, ni por el lugar, que si bien se llama bodega por la poca profundidad o por los focos, no es fresca en absoluto. Una experiencia, en nuestro caso al menos, bastante olvidable y por ello para mi es una y no más.

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Leído 1524 veces Modificado por última vez en Miércoles, 26 Septiembre 2012 20:22
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Desde que tengo recuerdos, siempre has estado a mi lado, e incluso antes de lo que puedo recordar. En tu nombre y siempre junto a ti he vivido; y muchas son las vivencias en las que siempre apareces. No hay día en que no piense en ti, y si un día no te he visto... no ha sido lo mismo.


Por ello, hoy, creo que estoy preparado para reconocer la importancia que tienes en mi vida, es más, reconozco que sin ti no entiendo la vida. Y por ello quiero publicar este blog para que todo el mundo lo sepa.

LoGourmet